Voy a intentar escribir esta entrada con todo el sentido y sentimiento que quiero que tenga.
Para lograr transmitir toda esta electricidad que me recorre el cuerpo y que viene directamente del corazón.
Empezaré diciendo que debe haber pocas cosas tan satisfactorias como ser parte de una comunidad. Crear una, entonces, es ya la felicidad pura.
Empecemos.
¿No sienten que todos estamos gritando en las redes sociales? Todo es rápido, ruidoso, efímero, innegociable y superficial. Muchas veces es hermoso pero, nada dura más de 3 segundos. Somos depósito de toneladas de información bombardeada a 800km por hora. Todos luchamos por entender un algoritmo que no tiene alma (ni tiene que tenerla), que se empeña en encasillarnos, en interpretarnos y que no tiene ningún interés en construir algo útil, algo humano. Siento que me mastica el cerebro, me cansa, me consume.
Y aquí estamos... todos jugando este juego medio a ciegas... sin al menos el buen olor del viejo pabellón:)
Siento (desde hace ya algún tiempo) que echo en falta varias cosas en este contexto medio loco... y que todas ellas se podrían resumir en: PALABRAS. Faltan PALABRAS. Escuchar, ser escuchados, leer con calma (sin ese dedo ansioso sosteniendo la pantalla para que no se nos escape el contenido y el pensamiento), escribir, compartir, ayudar, contribuir. Construir juntos.
Los podcasts son refrescantes en este contexto... pero son unilaterales. Algunos insisten en ser rápidos, por miedo a cansar estas mentes acostumbradas a lo inmediato... y es una lástima. Aún así, los amo de todo corazón. Pero falta algo.
En los cursos online que he realizado, me he dado cuenta de forma muy clara, que el tiempo reservado para ese momento es, de hecho, uno de los mayores logros... casi se superpone al objetivo del curso en sí. En los retiros igual, “same, same”. El tiempo, el poder escuchar, ser escuchado, intercambiar dudas, experiencias, hacer amigos improbables.
Necesito esto, de calma, de compartir, de palabras. De palabras compartidas con calma. Sin hacer scroll cada 2 segundos, sin músicas desmembradas que no tienen principio ni fin, sin ansiedad. Ya sé, slow life y bla bla bla... es viejo, ya ni se usa. Pero mi deseo de desacelerar también va en “creciendo”. Voy oscilando entre esto de desacelerar y (para) tener fuerza de arranque.
Así que volveré al formato “oldie but goldie” BLOG (ya tuve uno del cual hablaré en otra entrada)…
¡PERO!!!. no iré sola, he reunido una comunidad de personas que vienen conmigo, la mayoría conocida por ustedes, que contribuirá con contenidos muy variados, todos bajo ese "paraguas" común: LA FAMILIA (que en el fondo somos todos) y por eso, el tema del blog será básicamente “las personas”, en su simple y bella complejidad y mutabilidad, en este camino que todos vamos recorriendo, pero esta vez iremos juntos por el camino sin tráfico, por esa carretera que atraviesa campos, despacio, con el olor a hierba fresca... disfrutando del viaje.
Consejos y reseñas de libros, interpretaremos el fabuloso mundo de los adolescentes, compartiremos recetas, podcasts, pensamientos, crearemos cuentos, hablaremos de bebés, de abuelos, de arte, de series, de vínculos, de deporte, de las trampas de la mente, etc., etc. (¡no quiero que termine!)
¡Bienvenidos a nuestro blog. Enjoy the ride!
1 cometario
Sara Rebel
Tão bom e refrescante voltar a este formato: back to the basics :)
Tão bom e refrescante voltar a este formato: back to the basics :)